Nueva criatura
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17
La promesa de Jesús es que si tú lo aceptas como tu salvador, Él hace de ti una nueva criatura. Esto es diferente de lo que mucha gente piensa. El otro día un joven me contaba las fechorías que había hecho cuando no conocía a Cristo y en un momento de su testimonio, se emocionó y me dijo: “Yo agradezco a Dios porque Él me cambió.”
Pero la promesa de hoy no es solo que Jesús te cambia, sino que te hace de nuevo. No se puede construir un edificio bueno encima de fundamentos deteriorados. Hay que limpiar todo, hay que echar a un lado lo que no sirve. Y tal vez aquí esté lo más difícil de aceptar por el hombre de nuestro tiempo dominado por el humanismo.
Lo que somos no sirve. En el jardín del Edén, Adán y Eva lo echaron todo a perder. A partir de ese momento todos los seres humanos venimos a este mundo trayendo la naturaleza pecaminosa que nada más es sino la tendencia a hacer el mal.
David dijo un día en desesperación que había sido formado en el vientre de su madre, en pecado. Pablo lloró en otra ocasión, diciendo que con esa naturaleza quería hacer el bien pero no podía. Jeremías enseñó que el corazón humano es desesperadamente malo y corrupto. ¿Cómo se puede construir algo bueno encima de eso?
Pero entonces viene la promesa del Señor: “Te haré de nuevo.” Las cosas viejas pasaron. No existen más. Esto es maravilloso porque si el pasado no existe, nadie puede condenarte. Por otro lado, lo que te arrastraba hacia el mal ya no existe. En Jesús no existe. Si te separas de Él, vuelves a hojas cero. El secreto está en no separarte de Jesús, ni un minuto, aprender a relacionar todo lo que haces con Jesús, pensar todo lo que necesitas pensar contándole mentalmente a Jesús. No pares de vivir. Continúa con tus actividades diarias pero ten en cuenta que si eres un cristiano jamás estás solo. Jesús está a tu lado.
Por eso, no te atrevas a salir esta mañana para cumplir tus deberes diarios sin la seguridad de estar en Cristo, porque: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”