Ángeles

“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” Hebreos 1:14

El brillo de esa mirada de ojos azules desapareció en la puerta dibujando  una sonrisa. El joven médico salió del cuarto dejando a la familia sin entender nada. El médico anterior les había dicho que el niño ya estaba con muerte cerebral. Inclusive, les había sugerido que ese era el momento, si deseasen hacer la donación de los órganos. Por eso todos quedaron atónitos con la llegada del otro médico. El joven rubio, de ojos azules y guardapolvo blanco entró sin dar explicaciones, acarició la frente del niño, le tomó el pulso y salió.

Pero el brillo de la mirada de aquel hombre, les trajo alivio en medio al dolor. Nadie dijo nada. Se miraron uno al otro percibiendo inexplicablemente que la esperanza había regresado a sus corazones.

Un minuto después, el niño se quejó. Como un relámpago, todos volvieron los ojos hacia él. Gritos de alegría y emoción invadieron los corredores del hospital. El pequeño paciente continuó quejándose mientras médicos y enfermeras invadieron el cuarto respondiendo a los gritos de la familia. 

Jamás se pudo entender el milagro. Mucho menos la presencia de un médico joven, rubio, de ojos azules, en el cuadro de médicos, de aquel hospital. “Fue un ángel”, afirma la familia. Y el texto de hoy declara que los ángeles existen y son espíritus ministradores a favor de los hijos de Dios en esta tierra.

Muchas veces esos ángeles cobran forma humana para presentarse a los seres humanos. Como en las oportunidades en que los ángeles se presentaron a Abrahán y a otros personajes bíblicos.

El peligro que corremos con relación a los ángeles es el de caer en el misticismo y creer que toda persona buena es un ángel, o en la incredulidad y creer que los ángeles no existen. 

Sal hoy de tu casa o del hotel en el que te hospedas con la seguridad de que en ningún momento estás solo. Dios tiene un equipo de ángeles enviados a la tierra para trabajar a favor de los que le temen y le buscan de todo corazón. No te olvides de la pregunta que el autor de la epístola a los hebreos hace, respecto a esos seres celestiales: “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”

Alejandro Bullon