Muy pronto

Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Romanos 16:20

Estoy en la playa. Es un día de mucho sol y sin embargo está oscuro. Nubes negras, preñadas de lluvia, anuncian tormenta. A pesar de eso yo sé que es un día lleno de sol, porque el sol siempre brilla, aunque todo esté oscuro aquí abajo.

Sentado a la orilla del mar, mientras el agua moja mis pies, pienso con tristeza en la situación de horror y de muerte que vive el pueblo haitiano después del terremoto. En medio a tanto dolor, no sale de mi mente la imagen de la enfermera rescatada con vida después de cuatro días de haber estado enterrada bajo los escombros del hospital en el que trabaja. No puedo olvidar el brillo de sus ojos negros cuando dijo delante de las cámaras de televisión: “Nada está perdido para los que creen en Dios.”

Tu cielo en este momento puede parecer oscuro, cubierto de nubes amedrentadoras, pero si tu fe está depositada en el Dios todopoderoso de la Biblia, el sol brillará, más tarde o más temprano.

Esa es la promesa de Pablo a los Romanos. El apóstol anuncia la derrota completa del enemigo. “Satanás estará pronto bajo tus pies.” Es una promesa divina y Dios jamás deja de cumplir una promesa. Hoy, el enemigo puede trae dolor a tu vida. En este momento tal vez, las lágrimas no te permitan ver al Señor Jesús a tu lado. Pero Dios está ahí, a tu lado.

La enfermera haitiana confía en Dios a pesar de que todo, a su vuelta,  está destruido. El terremoto acabó con su casa, con sus muebles y hasta con seres que ella amaba. Pero no pudo acabar con su fe. Ella sabe que “el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.”

Alejandro Bullon