¿Creyeron?
Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo. Éxodo 14: 31
El día que Jaime se unió al grupo de alcohólicos anónimos, todas las miradas se concentraron en él. Alto, delgado, de cabello abundante y corto, emblanquecido prematuramente, vestía con esmero. Tenía un porte que lo destacaba de inmediato.
Con voz calma, pero segura y firme se presentó: Empresario de éxito, sólida situación económica, viudo, dos pequeñas hijas. Tenía todo lo que aparentemente se necesita para ser feliz, pero su vida había perdido sentido. Estaba en el grupo después de un intento fracasado de suicidio y contó que después de la muerte de su esposa se había refugiado en el alcohol para esconderse de su dolor.
Lo que impresionaba en la experiencia de Jaime es que él jamás había creído en Dios. Todo lo que había alcanzado en la vida lo había hecho gracias a su espíritu emprendedor y a su trabajo incansable. Pero ahora se encontraba en una situación sin salida. Reconocía que era un pobre alcohólico y que no podía libertase del vicio por sus propias fuerzas.
Una de sus pequeñas hijas había sido sanada milagrosamente de leucemia y ese hecho lo llevó a reconocer la existencia y el poder transformador de Dios. Le había entregado la vida al Señor pero ahora necesitaba de un programa de rehabilitación para librarse del vicio.
Hay muchas personas que como Jaime, solo le entregan la vida a Dios después de una grande manifestación del poder divino. Ese fue el caso de Israel. Sus dudas y quejas acabaron al ver el acto prodigioso a través del cual el Señor los libró de las manos de los egipcios en el mar rojo. No les restó otra alternativa, sino creer en el poder libertador de Dios.
¿Crees en Jesús? ¿Crees en Él por que viste sus grandes hechos? ¿O eres capaz de creer simplemente por su amor maravilloso? Es admirable la manera como el ser humano cree en otro ser humano. Cuántas víctimas de engaños y estafas existen solo porque depositaron su confianza en promesas humanas, palabras bonitas que vendían ilusiones; pero no son capaces de creer en el Señor Jesús.
Haz de este día un día de fe, cree en Jesús de todo tu corazón aunque aparentemente no tengas motivos para creer. Cree simplemente. Pero prepárate para ver los grandes hechos prodigiosos que Él es capaz de hacer en tu vida. Y recuerda: “Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.”