Ten fe

Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Jueces 6:12

06:30h de la mañana. El despertador grita a todo volumen que ya es hora de despertar, pero, ¿Cómo, si él ni siquiera durmió? Se arrastra por la sala para no despertar a nadie en casa. Las  sandalias deslizándose por el piso parecen una multitud gritando al unísono: “No lo lograrás.”

07:30h de la mañana. Dentro del auto, mientras  lleva a los hijos para la escuela Pablo guarda silencio durante el camino. En el asiento trasero los hijos juegan un juego electrónico portátil. En otros tiempos les hubiese pedido que hicieran menos ruido, pero hoy no tiene fuerza ni para eso. Por lo menos ese ruido apaga un poco el grito de su corazón: “¡No lo lograrás!”

8:00 de la mañana. Hijos en la escuela, transito lento, en la radio las noticias de la mañana, la previsión del tiempo, y en el corazón la ansiedad de quien tiene que presentar un proyecto nuevo a un grupo exigente de clientes. El material es bueno, la presentación en el proyector está bien hecha, pero el temor continúa.  El sabe que en el mundo de los negocios un buen  proyecto no es suficiente. La lucha es intensa, feroz casi insana. Cualquier persona hace un buen proyecto. El necesita más. Necesita aquel contrato, ero Pablo es un ser humano común  y tiene en su corazón las luchas comunes del día a día, el peso de la ansiedad, el fardo de la inseguridad, la inquieta pregunta: ¿Y si no lo logro? Pablo es en verdad la imagen de un hombre temeroso, con miedo, asustado.

El texto de hoy fue escrito para un hombre como  Pablo. Un hombre que tenía un encuentro con personas difíciles, con gente que no le gustaba negociar, gente pesada. Y en su desesperación muestra que es todo, menos un hombre listo para la batalla. Gedeón cargaba en su corazón la misma pregunta de Pablo y de muchos otros: ¿Será que voy a lograrlo? 

Tú eres un hombre valiente, el texto lo afirma. ¿Valiente? ¡Tanto Gedeón, como el Pablo de nuestra historia, nada tienen de valiente! Al contrario, ellos parecen inseguros, miedosos y ansiosos. ¡Pero no es así que Dios te ve! La gran es la visión de Dios. En el texto de hoy Dios tiene la visión de un Gedeón victorioso porque lo ve no como es, sino como será, por el poder divino.

Al comenzar un nuevo día clama a Dios, entrégale tu vida, sal a la lucha con fe, ve al campo de batalla y vence. Pero antes, recuerda: “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado valiente.”  

Alejandro Bullon