Obras de la carne
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías. Gálatas 5: 19
El versículo de hoy muestra que el gran problema de la humanidad es la naturaleza pecaminosa. Tú no eres pecador porque matas robas o mientes. Tú haces todo eso porque eres pecador. Si no fueses pecador no cometerías actos pecaminosos. ¿Te das cuenta? Todas las cosas malas son obras de la carne, frutos del pecado, consecuencias de estar alejados de Dios.
El verdadero pecado es el estado de alejamiento de Dios. Todos nascemos así. David dice: “En pecado nací y en pecado me concibió mi madre.” Él está hablando de la naturaleza pecaminosa. Lo que los teólogos llaman pecado original, que no es lo mismo que culpa original. La Biblia no apoya la idea de culpa original. Un niño nace con pecado original, quiere decir, con la tendencia al pecado, alejado de Dios por naturaleza, pero no tiene culpa y por lo tanto no necesita ser bautizado.
San Pablo en la epístola a los romanos, capítulo 7 habla de la lucha terrible dentro de sí. En la hora de la conversión Dios colocó en él la naturaleza de Cristo, pero dentro de él está todavía la naturaleza pecaminosa que se opone contra el bien. Esa lucha interior la tenemos todos los seres humanos. Por eso quieres servir al señor pero no puedes. Parece que dentro de ti hay un monstro que te lleva por el camino del mal. Ese monstruo es real. Existe. Y se llama naturaleza pecaminosa.
Gracias a Dios que a pesar de eso, en Cristo podemos ser completamente victoriosos, y cuando Jesús vuelva, finalmente seremos librados por completo de esa naturaleza, porque “Esto mortal será vestido de in mortalidad y esto corruptible, de incorruptibilidad.”
Haz de este día un día de victoria en Cristo. Coloca tu vida en sus manos y parte para los desafíos, seguro de que al lado de Jesús, la victoria está garantizada. Somete a Dios el viejo hombre, porque “manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías.”