Ángeles

Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Salmos 91:11-12

La vida de Jorgito se apagaba. Los médicos habían intentado todo. Mauro y angélica, tomados de la mano, miraban el cuerpo del hijito, conectado a una máquina extraña.

De repente entro al cuarto un joven médico, se aproximó del niño, le tomó el pulso, le hizo una caricia en el rostro y  salió.

Dos minutos después, Jorgito abrió los ojos y empezó a quejarse de los aparatos que aprisionaban su cuerpo. Nadie entendía nada pero los médicos lo sacaron de la máquina. El niño estaba sano. Misteriosamente sano. Nadie más volvió a ver a aquel médico. Mauro y angélica aseguran que fue un ángel.

El pragmatismo de este mundo duele, porque la materia solo vive de sensaciones. El materialismo esclaviza. Transforma al ser humano en víctima de los sentidos, incapaz de mirar más allá de su humanidad.

Sufre. Nada puede hacer delante de las adversidades de la vida. No sabe qué hacer ni para dónde ir, pero se resiste a vivir por la fe. Las cosas espirituales le parecen ingenuas. A pesar de eso, las necesita.

El texto de hoy, presenta una promesa que tiene que ver con la fe. Te lleva al reino espiritual que el Señor Jesucristo vino a establecer entre los hombres.

Los ángeles existen. Están a tu lado. No los ves, pero si crees en la Palabra de Dios, ellos cuidan y vigilan tus pasos por donde quiera que vas. “En las manos te llevarán –dice la promesa- para que tu pie no tropiece en piedra”.

Cuantas piedras estorban tu camino. Dificultades, obstáculos, troncos atravesando la carretera de tus sueños, impidiendo que llegues al glorioso destino que el Señor te preparó.

La promesa de Hoy es que, aunque el camino esté lleno de obstáculos, el ángel del Señor te llevará en sus manos y serás finalmente victorioso.

Tienes que creerlo. Tal vez tu mente pragmática no lo entienda, pero tienes que creer. El cumplimiento de la promesa depende de tu fe.

¿No necesitas en este momento de una promesa semejante? ¿No te sientes cansado y a punto de renunciar a tus aspiraciones? Si todo te falló, ¿por qué no le das crédito a Jesús? Piensa en lo que dice el texto:Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.”

Alejandro Bullon