Manera de vivir

Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir! (2 Pedro 3:11)

Vivimos en un mundo materialista. Las cosas espirituales parecen utopía. Hay gente sincera que piensa que el cielo, la tierra nueva, las mansiones celestiales y la segunda venida de Cristo, son cosas que están solo en la imaginación de gente fanática. Pero la Biblia está llena de escenas dramáticas que muestran que en todos los tiempos hubo gente incrédula que un día tuvo que enfrentarse con la realidad de las cosas.

En los tiempos de Noé, por ejemplo, muchos hombres llegaron al punto de considerar que Noé estaba loco. Nunca había llovido, ¿Por qué tendría que llover ahora?

Pero un día, el futuro que parecía irreal y distante, llegó, y las puertas del arca se cerraron, el cielo se puso oscuro, empezó a llover. Muchos corrieron a pedir ayuda a Noé, pero Noé no pudo hacer nada. Manos invisibles habían cerrado el Arca y sol Dios podría abrirla.

La Biblia afirma que cuando Jesús se manifieste en las nubes de los cielos, habrá gente que, llorando, dirá: “Pasó la ciega, se acabo el verano y nosotros no hemos sido salvos.” Dejaste pasar tu oportunidad, no tomaste las cosas espirituales a serio, te dejaste contagiar por la filosofía materialista de nuestros días, no fuiste capaz de mirar hacia el futuro, no fuiste capaz de valorizar las promesas divinas, la bendición, la salvación. Ahora, se acabó la oportunidad, ya es demasiado tarde, ya no hay más bendición.

Todos nosotros un día, pasaremos por el momento dramático semejante a este. Gente que vivió como si el presente nunca fuese terminar. Vivió sin mirar al cielo.

Por eso el texto de hoy advierte: Todo lo que ves a tu vuelta acabará. Esta tierra no es eterna. Jesús vuelve para ponerle un punto final a la historia del pecado. Ya que esto es lo que va a suceder ¿Por qué no vivir con esa expectativa en el corazón y andar sabiendo que nuestro verdadero hogar se aproxima?

Haz de este día un día de justicia y santidad. Santidad cristiana no significa andar todo el tiempo con la biblia debajo del brazo y preocupado en descubrir lo que es pecado. Santidad es la maravillosa experiencia de andar con Jesús. Todos los días, en todos los momentos. Y esa experiencia puede empezar para ti hoy.

No olvides.” Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!”

Alejandro Bullon