Lo cortarás
Y si hiciere fruto, bien; y si no, la cortarás después. Lucas 13:9
Joelma es una joven que nació y creció en la iglesia. Últimamente ella solo habla del amor de Dios. Canta y se emociona mientras sus labios entonan himnos de alabanza. Cualquiera que la viese cantando emocionada pensaría que es una cristiana maravillosa. Solo tiene un problema. Vive con una persona casada y cree que el amor de Dios, “cubrirá la multitud de sus errores.”
Pero el versículo de hoy habla de “cortar.” ¿A qué se refiere Jesús? La vida cristiana es una experiencia diaria de amor con Cristo, pero el amor, no disculpa la negligencia espiritual. Dios se agrada cuando un hijo suyo lleva mucho fruto, porque aunque el propósito final del fruto es glorificar a Dios, es inevitable ignorar el sentimiento de realización, de paz y de felicidad que inunda el corazón de una persona que vive en comunión con Dios y como resultado produce frutos buenos.
Por otro lado es triste ver cristianos que durante años conocen el evangelio, la teoría, la doctrina, pero no pasan de allí, son grandes intelectuales de la fe, pero los frutos están ausentes en su experiencia.
¿Cuál será el resultado final? “Lo cortarás después”. Es la respuesta. La expresión “después” es instructiva. Que nadie se atreva a cortar lo que parece cizaña ahora. Deja que trigo y cizaña crezcan juntas. “lo cortarás después.” ¿Cuándo? Cuando el Señor Jesús vuelva a la tierra y Él, que todo lo sabe y que tiene la capacidad de ver lo que hay dentro del corazón, echará la paja al fuego.
Hoy es el día de buena nueva. Jesús quiere entrar a tu corazón en este momento. Desea vivir una experiencia de comunión contigo. No existe cristianismo sin Cristo. No permitas que el bullicio de este mundo te cautive al punto que no te sobre tiempo para Dios. No te dejes absorber por la competitividad, por el consumismo y por la banalidad de este mundo. No limites tu experiencia cristiana a ir una o dos veces por semana a la iglesia. Deja que el Espíritu Santo controle tu vida, que la llene de frutos y te de paz para mirar hacia el futuro sin temor. Pero recuerda: “Y si hiciere fruto, bien; y si no, la cortarás después.”