En medio de ti

Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. Sofonías 3:17

No lo ves. Yo sé que no lo ves. Hay momentos en que por más que lo necesites y lo quieras, no lo ves. Las nubes del dolor y de la tristeza son tan densas que no te permiten verlo. En esos momentos solo resta la fe.

¿Cómo entender que la persona que un día te juró amor eterno, de repente mira a tus ojos y casi con indiferencia te dice: “Acabó, necesito de un tiempo para pensar”? ¿Pensar qué? ¿Qué el amor no era amor? ¿Que no sabía lo que estaba haciendo, que se engañó?

La promesa bíblica de hoy es que El Señor está en medio de ti. Aunque no lo veas. Aunque el corazón herido te grite llorando que Dios también te abandonó. Aunque quisieras dormir y nunca más despertar. Dios está en medio de ti, poderoso y te salvará.

¿Te salvará de qué? En los tiempos de Sofonías Dios le estaba prometiendo a Israel, salvarlo de sus enemigos. La destrucción se aproximaba. El pueblo temía y la promesa llegó a través del profeta.

Tu situación hoy, es diferente. No hay ejércitos enemigos amenazando tu integridad física. Pero la promesa es válida todavía. Dios te salvará del dolor, de las lágrimas, de esa noche oscura que estás viviendo.

Si Dios cree que es lo mejor para ti, trabajará en el corazón de la persona amada que se fue. Pero tal vez sea tu corazón, en el que el Señor necesite trabajar. Para encontrar la felicidad en familia, es necesario primero ser feliz a solas.

La vida no acabó. Aunque tus sentimientos lo digan en voz alta. La vida continúa. Hay sol allá afuera y las flores desabrochan anunciando el nacimiento de un nuevo día. Despierta. Hay una multitud de ángeles dispuestos a cantar en coro tu victoria.

En el nombre de Jesús, repítete a ti mismo: “estoy vivo.” Eso es lo que importa. Pueda ser que estés herido, pero estás vivo y con eso que te resta de vida, Dios todavía puede escribir la más linda historia. Recuerda: Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos.”

Alejandro Bullon