En aquel tiempo
En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Oseas 2:16
No sé por qué tenía la sensación de que aquella mañana sería especial para mí. Aparentemente era una, como cualquier otra. Me levanté, desayuné frutas y cereales, abrí la Biblia y me puse a buscar un versículo que tocase mi corazón, que hablase a mis necesidades y me ayudase a ser una persona mejor.
Entonces me deparé con este versículo. Aparentemente nada decía. Había dos palabras hebreas que parecían complicar el pensamiento. Pero el libro de Oseas es el libro de la gracia y si este texto estaba allí, debía tener algún mensaje especial.
“En aquel tiempo” empieza diciendo Dios. El Señor se proyecta al futuro, a un tiempo en que finalmente sus hijos entiendan la esencia del cristianismo. “Me llamarás Ishi y nunca más me llamarás Baali.” ¿Qué significa eso? En el original hebreo, Ishi es esposo, amado. Baali, Señor, más relacionado con el sentido de Patrón.
Dios quiere llevarte a vivir la maravillosa experiencia del amor. Él no quiere que lo veas como un dios rígido, exigente, con una vara en la mano, listo a castigar la desobediencia de sus vasallos. Dios desea que desarrolles con Él, una experiencia de amor. Como la esposa lo hace con el esposo.
Un día, en Jericó, vino a Jesús un joven angustiado y le preguntó: “¿Qué haré para tener la vida eterna?” La respuesta de Jesús tenía como objetivo llevar a ese joven a la dimensión del amor. Obedecer, por obedecer, no tiene valor para fines espirituales. La obediencia solo es válida cuando es la expresión de un profundo amor por Jesús.
Por eso Él lo dejó todo allá en el cielo y vino a esta tierra a morir por ti. Lo que más desea es conquistar tu corazón. Te ama. Y cuando alguien ama a una persona no desea someterla a una vida de servidumbre y miedo, sino llevarla a pasear por los jardines floridos del amor.
¿Qué tipo de dios es el tuyo? ¿Baali, aquel que te observa con ojos vigilantes de capataz? ¿O Ishi, aquel que te ama y quiere que le entregues el corazón?
No salgas de casa hoy, sin repensar tu cristianismo. Es hora de amar. Cuando el amor de Jesús inunde tu corazón, verás cómo es fácil llevar los frutos del amor. La noche se hará día y la tristeza, alegría.
“Aquel tiempo” es ahora. “En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.”