El silencio del Padre

Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? (Mateo 26:40)

El dolor de Jesús, aquella noche, aumentaba de intensidad al ver la indiferencia de sus discípulos. Ellos ni siquiera podían ayudarlo a orar. Dormían como si nada anormal estuviese sucediendo. ¡Ironía de la vida! En el mar de Galilea, una noche, Jesús dormía mientras ellos se desesperaban. ¿Cuál era el motivo de su desesperación? Una simple tormenta. Pero ahora que el clímax de la tormenta cósmica que se avecinaba y el destino de la humanidad estaba en juego, ahora que la vida eterna y no solo la mezquina vida terrenal, estaba para ser decidida, ellos dormían.
¿Te das cuenta cómo, los seres humanos valoramos las cosas y las situaciones? ¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!
Al verse solo, Jesús, aquella noche, oró a su Padre, y aparentemente no tuvo respuesta. Su oración fue: “Padre, si puedes, pasa de mí este cálice, pero no sea hecho conforme a mi voluntad sino a la tuya.”
El cálice es usado a veces en la Biblia como un símbolo de las bendiciones divinas y otras como símbolo de la ira de Dios. En el Getsemaní con toda seguridad el cálice de Jesús, era la más grande bendición que el ser humano podía recibir. ¿Por qué? Porque Jesús estaba recibiendo la ira de Dios, provocada por nuestro pecado, estaba ocupando nuestro lugar. Éramos nosotros sobre quienes el cálice de la ira divina debería ser derramado, Pero el Señor Jesús te amó tanto que Entregó su vida para ocupar tu lugar. ¡Qué bendición!
Jesús Oró aquella triste noche, y, aparentemente, no recibió respuesta de su Padre. Aparentemente, porque el silencio del Padre fue su respuesta: No había otra manera de salvar a la humanidad. No había otra salida. En aquel momento, en las manos de Jesús estuvo nuestro destino. Dependía de Él. Si quisiese podría retornar al cielo, en y estaríamos perdidos para siempre.
¿Eres tú capaz de entender el silencio divino? Ora a Dios y confía en Él. Ora mucho y que la triste historia de los discípulos, no se repita. “Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?”

Alejandro Bullon