Dioses
Se acercaron entonces a Aarón y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Éxodo 32:1
Había pasado algunos días desde que Moisés subiera al Monte Sinaí para encontrarse con Dios. El pueblo, cansado de esperar, buscó a Aarón y le dijo que tal vez Moisés no volvería más y sería mejor buscar otros dioses. ¿Ya te pusiste a reflexionar sobre la fragilidad de las promesas humanas? Aquel pueblo le había prometido a Moisés que estaría allí esperando que él regresara con el mensaje de Dios. Habían sido los hijos de Israel los que le pidieron a Moisés que lo que Dios quería decirles, se lo dijese a él porque ellos tenían miedo de oír la voz del Señor. Y ahora, transcurridos pocos días, el pueblo no solo se había olvidado de su promesa, sino que buscaban otros dioses.
El otro día me encontré con una persona que durante años había sido fiel a Dios y había predicado el evangelio. Hoy no cree más en un dios personal sino en un dios energía que se manifiesta en muchas formas.
Le pregunté por qué había perdido la fe en Dios y su respuesta me hiso recordar al pueblo de Israel. “Esperé mucho tiempo –me dijo- pero Dios no me respondía. Busqué entonces la meditación trascendental y descubrí que no necesito de un Dios exterior, la energía vital está dentro de mí y a eso si quiero puedo llamarlo dios.
¿Hace cuanto tiempo tienes la impresión de que Dios no atiende tus oraciones? ¿Cuánto tiempo más lo esperarás? ¿Buscarás otros dioses pensando que “nos sabes qué le aconteció a Moisés”?
Hoy puede ser un día de fundamentar tu confianza en el Dios invisible, creador del cielo y de la tierra. No busques la fuerza de las cosas creadas. Busca al creador. Deposita tu confianza en Él. Cuando piensas que está demorando en responderte, Él está preparándote para conquistas más grandes. Pero, para no buscar otros dioses, necesitas alimentar tu fe a través de la oración y del estudio de la Biblia. Si no lo haces, en poco tiempo acabarás fabricando amuletos que satisfarán tu curiosidad pero no la sed del alma que solo Dios puede calmar.
Enfrenta la batalla de este nuevo día pero recuerda: “Se acercaron entonces a Aarón y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.”