En el amor de Dios

Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Judas 1:21

El texto de hoy muestra una de las características de las personas que esperan la vuelta de Jesús. Esas personas, se conservan en el amor de Dios. Aguardan la bendita esperanza mientras viven una experiencia de amor, con Dios. Pero, ¿Qué significa conservarse en el amor de Dios?

El amor de Dios es como la luz del sol. ¿Qué debo hacer para estar bajo la luz del sol? ¡Nada! La luz simplemente está allí a mi disposición. Puedo, ir, volver, correr, saltar y la luz del sol continuará  iluminándome.

Pero si yo abro una sombrilla, si me cubro con una manta, si encuentro un techo y me guarezco, entonces los rayos del sol no me sirven más. La luz del sol no desaparece,  simplemente sus rayos no me sirven porque yo tomé una decisión. 

Permanecer en el amor de Dios es como permanecer a la luz del sol. No importa a donde vayas, por donde camines, o donde te escondas, el amor de Dios siempre te buscará y te alcanzará. Puedes caer en el abismo más profundo pero el amor de Dios te encontrará. Lo único que puede separarte del amor de Dios, es tu elección personal.

El pecado es la manta, la sombrilla, el techo. El pecado te separa de Dios, que solo puede entrar en tu vida si lo aceptas. 

Si por algún motivo ya hiciste tu decisión, estás debajo de un techo y no tienes ganas de salir. ¿Qué hacer?

Primero, recuerda que el amor de Dios es incondicional y está a tu disposición. Segundo, así como el pecado es una sombra que escoges, el perdón es una ventana que abres y si lo haces, entrará de nuevo la luz y el calor a tu vida triste y abatida.

Hoy es un nuevo día y se abrirán nuevas puertas. Todo nuevo día trae otra vez al sol en sus alas. Si estás trancado en el cuarto de tu corazón, con las ventanas cerradas, viviendo una de las etapas más oscuras de tu vida, abre la ventana, confiesa y abandona el camino de muerte. Permite que la luz brille en tu vida de nuevo, y permanece en el amor de Dios.

Levanta la cabeza y oye el consejo de Pablo:”Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor  Jesucristo para vida eterna” Haz eso y el resultado será maravilloso.” 

Alejandro Bullon