¿Qué señal?

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? (Mateo 24:3)

La curiosidad es innata en el ser humano, en realidad es el primer paso para el descubrimiento. Nada habría sido descubierto en el mundo si el hombre no fuese curioso por naturaleza. Pero la curiosidad debe ser orientada de forma correcta, sino puede llevar, inclusive, a la destrucción. Esa fue la tragedia de nuestros primeros padres.
La pregunta, “¿Qué señal habrá de tu venida?” la encontramos repetida varias veces en la Biblia. El ser humano desea saber, no solo las señales, sino la fecha exacta del mayor evento de la historia. Pero por algún motivo especial Jesús no especificó la fecha de su venida.
Éramos nueve hermanos. Papá trabajaba en las minas y venía a casa cada dos semanas. Antes de viajar nos dejaba una lista con los deberes que debíamos cumplir para su llegada. Eran deberes diarios, pero nosotros dejábamos todo para la última hora. Cuando llegaba el día final, nos distribuíamos las tareas y en pocas horas teníamos todo listo. Papá se emocionaba al llegar. Pensaba que tenía hijos maravillosos y obedientes. Estaba engañado.
Cierto día hubo un accidente en las minas. Los trabajos fueron suspendidos, mandaron a todos los trabajadores para casa y él, llegó antes de lo previsto. Para sorpresa suya, se deparó con la triste realidad. Los hijos queridos, no eran tan maravillosos como él pensaba.
Esta es apenas una historia y mi padre apenas un ser humano. No tenía la capacidad de conocer el corazón de los hijos. Pero Dios es Dios y con Él las cosas son diferentes.
Mucha gente se pregunta porque Jesús no anunció el día exacto de su vuelta. Creo que la razón es la naturaleza del corazón humano. Si supiésemos el día exacto, viviríamos sin tener en cuenta sus consejos. Faltando pocos días arreglaríamos la vida y trataríamos de prepararnos para ir con Él. Esto no le haría ningún bien al hombre. Por eso Jesús incluyó el elemento sorpresa y el énfasis que la Biblia da, no es a la fecha, sino a la preparación del ser humano para encontrarse con el Señor.
Haz de este día un día de preparación, recordando que aunque no sabemos el día ni la hora de la venida de Cristo, todo indica que estamos viviendo los últimos tiempos de nuestra historia en esta tierra.

Alejandro Bullon