No verán
No verán la tierra de la cual juré a sus padres. Números 14:23
La vida está hecha de decisiones. Para bien o para mal. No existe destino en el sentido determinista. Existe el resultado de las decisiones. El pueblo de Israel es un ejemplo de eso. Dios le había prometido la tierra de Canaán. Lo había sacado de Egipto con mano fuerte, había cuidado de él a lo largo del desierto y en menos de dos años los había hecho llegar a la frontera de Canaán.
Este era el momento de la decisión. ¿Creer o no creer? ¿Avanzar o quedarse? El pueblo decidió quedarse. No creyó en las promesas divinas. Pensó que moriría en la frontera. Y así fue. No porque Dios lo castigó. Tampoco porque su destino era morir allí. Así fue simplemente porque así decidió. La vida es el resultado de lo que decides y cómo decides. La muerte también.
Al leer el versículo de hoy, la primera impresión es que Dios está condenando al pueblo: “No verán.” Generalmente esa es la visión que tenemos de la vida, que lo que nos sucede depende de otros o entonces de las circunstancias que nos rodean. Y no podríamos ser simplistas al punto de pensar que no existen factores adversos, o personas de mala voluntad. Esa es una realidad de este mundo de pecado. Pero la otra realidad es que la situación en que te encuentras no es resultado de factores ajenos, sino consecuencias de tus decisiones. El pueblo de Israel decidió quedarse cuando debería haber decidido avanzar. La disculpa fue el poder bélico del enemigo. En fin, disculpas nunca faltan, pero si quieres dar una media vuelta en tu vida es necesario revisar tus decisiones y reconocer dónde fallaste.
En cierta ocasión una niña de apenas 16 anos vino a pedirme un consejo. Quería saber que debería hacer porque el novio la había agredido físicamente en la calle. ¿Qué debería hacer? Aquel era un momento para decidir. ¿Qué se puede esperar, en el futuro, de un joven que en la época de noviazgo agrede físicamente a una chica? Ella decidió. Pero decidió errado.
Algunos años después me encontré con ella. Destruida por la vida y por el maltrato de un hombre que después de haberla agredido durante 10 años la abandonó con tres hijos pequeños.
Decisiones. Hoy es un día de decisiones para ti. Todo día lo es. Pero pídele a Dios que hoy, te ayude a tomar decisiones sabias. No sea que un día, como resultado de tu decisión oigas la voz de la propia vida diciendo: “No verán la tierra de la cual juré a sus padres.”