Nacidos para vivir

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:11

-¡Señor, quiero vivir! ¡Por favor, déjame vivir! 

La voz de Adolfo, quebrada por el dolor, penetraba como cuchillo afilado en la carne de las personas que lo amaban. Nada podían hacer para ayudarlo. Hay ocasiones en que, literalmente te sientes inútil, incapaz de hacer algo para aliviar el sufrimiento ajeno. De repente, el dolor de tu hermano, pasa a ser el tuyo pero eso no lo alivia. Entonces te desesperas, buscas explicaciones por todos los lados, y tu única respuesta es el silencio.

El versículo de hoy dice que Dios lo hizo todo hermoso “en su tiempo.” En otra parte, el sabio Salomón afirma que hay tiempo para todo. Para vivir y hasta para morir. ¿Puede ser hermoso el tiempo de morir? ¿Para quién?

El lamento triste y el clamor desesperado de Adolfo tenían sentido. Dios ha “colocado eternidad” en el corazón de los seres humanos. No fuimos creados para morir sino para vivir. Adolfo era un joven de apenas 20 años, con deseo de vivir. El anhelo de eternidad estaba en su corazón. Pero infelizmente vivimos en un mundo de tristeza, enfermedad y muerte y Salomón declara que “el hombre no alcanza a entender la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.” 

En el corazón de Adolfo y sus amados había una lucha terrible entre el “deseo de eternidad” y el “entendimiento de la obra de Dios.” Naturalmente, la muerte no es obra de Dios. Pero desde el momento que Él es Dios, cualquier cosa sucede solo porque Él lo permite. Y ¿Por qué Él permite la muerte de un joven de 20 años? En esta vida no alcanzaremos a entender ese misterio pero tenemos la promesa de que, hasta el suspiro final, puede ser hermoso para los que confían en el amor maravilloso de Dios.

Adolfo falleció consumido por el sida. Su muerte hizo reflexionar a muchos jóvenes. Quién sabe el dolor por el que Adolfo y sus queridos pasaron ¿no fue el instrumento que Dios usó para rescatar tantos otros jóvenes que jugaban peligrosamente con la vida?

Por eso hoy, aunque rodeado por circunstancias difíciles de entender desde el punto de vista humano, confía en el Señor y recuerda que: “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.”

Alejandro Bullon