Enemigos, enemigos
Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara. Esdras 4:4
Judá tenía una misión delante de sí: Edificar el templo que había sido destruido por los invasores y se encontraba en escombros. A Dios no le gusta ver nada en escombros. Cuando la creación salió de sus manos era “buena en gran manera.” Pero luego apareció el enemigo y desfiguró la creación. Desde aquel día ha estado desfigurando todas las cosas buenas.
En los tiempos de Judá vino disfrazado del ejército babilónico y llevó cautivo al pueblo. Dejó en escombros la ciudad y el templo. El templo en aquellos días era símbolo de la presencia de Dios. Él había dicho “Y me harán un santuario y Yo habitaré en medio de ellos.” El santuario en escombros significaba la falta de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
Dios nunca está satisfecho cuando su pueblo vaga errante, sin Él. Por eso envió a Nehemías. Su misión era reconstruir la ciudad y el templo. Pero el enemigo no estaba satisfecho con eso.
Entonces sucedió lo que narra el texto de hoy. El enemigo entró al corazón del pueblo de aquella tierra y ellos trataron de atemorizar al pueblo de Dios para que el templo no fuese reconstruido.
¿Qué es lo que necesita ser reconstruido en tu vida? ¿Un sueño marchitado por el tiempo? ¿Tu vida profesional destruida por una insensatez? ¿Tu hogar? ¿Tus valores y principios? Ten en cuenta que reconstruir no es una tarea fácil. Destruir sí. Basta tomar una comba y dar golpes a diestra y siniestra, no requiere habilidad ni preparación. Solo es necesario golpear.
Reconstruir es diferente. Requiere habilidad, paciencia, persistencia y valor. Los enemigos aparecerán. Te criticarán. Dirán que estás desperdiciando el tiempo y que jamás lograrás tus objetivos. Pero a pesar de eso es necesario seguir adelante. Nada puede detenerte si colocas tu vida y tus proyectos en las manos de Dios.
Por eso hoy, sal decidido a reconstruir las cosas que el pecado ha destruido. Sueña. Sueña alto. No te conformes con poco. Fuiste colocado por Dios en este mundo para ser un re constructor de vidas. Y en esa misión no estás solo. El Señor está contigo. Pero recuérdate: “El pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que noedificara.”