El amor en acción
Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él. (1 Juan 4:16).
A Gerardo le llamó la atención la simplicidad y el amor de aquella familia. Había aceptado la invitación seguro de que tratarían de cambiarle sus conceptos religiosos, pero ellos no le hablaron de religión durante la cena.
Volvió otras veces, atraído por el amor, a pesar de que sus convicciones religiosas eran diferentes. Jamás se tocó el asunto religioso. Aquella familia simplemente le daba amor y compañerismo sabiendo que él era un extranjero en tierra extraña.
Un día, Gerardo no logró guardar su curiosidad.
-¿Por qué no me hablan de su religión? – preguntó ansioso.
No es necesario –le respondieron- te la estamos mostrando todos los días.
El amor en acción llevó al joven egipcio a estudiar la biblia y a conocer la teoría del amor. Entendió lo que sucedió en la cruz del calvario y hoy es un ministro del evangelio.
“Dios es amor.” Afirma Juan. Dios no solo tiene amor, no solo da amor. Es la esencia del amor. Cada vez que da amor, se da a sí mismo. El amor no existe separado de Él. Dios es la persona amor y la única manera de decir que estamos en Él es estar en el amor y vivir el amor.
En el versículo de hoy, el Apóstol Juan relaciona el amor al verbo “permanecer.” Permanecer en Dios es permanecer en el amor. Es fácil amar esporádicamente. Cuando conviene, cuando es necesario. El verdadero amor permanece. Ama cuando las cosas van bien o cuando la tempestad amenaza la embarcación. Ama en todo tiempo, a pesar de las personas o de las circunstancias.
La única forma de entrar en la práctica del amor es ir a Jesús y permanecer en Él. Quién permanece en Jesús, simplemente ama, de manera natural, porque como dice San Pablo, “No vivo más yo, sino que Cristo vive en mi.”
Desafíate hoy a vivir la dimensión del amor en acción. A no separarte de Jesús, a hacer de Él tu compañía permanente. Recordando que cada vez que las personas que no conocen a Jesús desean conocerle, no buscan la biblia para ver la teoría del amor, sino a los cristianos, para leer sus vidas y ver si la teoría funciona. Porque: “Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.”