¿A quién seguir?
¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? (Génesis 3:1)
¡No sé qué hacer, simplemente no sé!
Con el rostro entre los brazos, sentada frente a mí, Claudia era el retrato de tantas personas en un mundo de dudas. Matrimonio en bancarrota, crisis en el trabajo, deudas, y luchas diarias con la depresión, Claudia buscaba respuestas.
“Son tantas, decía ella, tantos caminos, tantas filosofías, tantas propuestas, que es imposible saber lo que es, o no es correcto.”
Verdad y mentira. Verdad que existen muchas filosofías, caminos y alternativas. Vivimos en un tiempo donde está de moda creer en algo, vivir la espiritualidad, buscar la armonía del alma. El enemigo de nuestras almas es especialista en crear confusión en la mente del ser humano. Fue así en principio, y continua así hoy.
La pregunta del texto de hoy es una de las más difíciles de traducir. En hebreo sugiere dos ideas diferentes y eso, causa cierta contradicción entre los estudiosos de la Biblia. El enemigo hizo una pregunta con el claro objetivo de confundir a Eva; su intención era llevarla a dudar de Dios. Y continúa siendo su objetivo hoy, al presentar tantas filosofías, creencias y caminos alternativos.
Es muy probable que en algún momento te hayas sentido como Claudia, sin saber a dónde ir, qué hacer, o qué dirección tomar. En la carretera de la vida todo parece oscuro y te parece imposible llegar al destino.
El caso de Claudia muestra que buscar el camino llevada por las ideas y filosofías humanas, solo te conduce a la confusión. El camino es la Palabra de Dios. La Biblia es el mapa del viajero, el GPS para el perdido, la placa de tránsito diciendo: sigue adelante, a derecha o a izquierda. Las orientaciones divinas son claras y objetivas. A nadie le fue mal por haberlas obedecido.
Deposita tu confianza en Dios. Aunque al principio no lo entiendas. A pesar de que tu humanidad te hace pensar que el camino está equivocado. Dios jamás le falló a los hijos sinceros que van a Él en busca de orientación y consejo. Haz de este día un día de obediencia a sus orientaciones y recuerda que el enemigo puede aparecer en algún momento diciéndote: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”