¿Quién eres tú?

Estos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer que no pudieron demostrar la casa desus padres, ni su linaje, si eran de Israel. (Esdras 2:59)

Era tiempo de volver a casa. El pueblo de Israel había recibido la autorización de volver a su tierra después de 70 años de cautiverio. Casi 50 mil personas volvieron para Jerusalén en aquella ocasión.

Una de las cosas, a la que el pueblo le daba mucha importancia era su linaje, tanto así que en la Biblia se gastan paginas y paginas apenas presentando el linaje de las personas. Saber quién había sido tu padre y a qué familia pertenecías, era esencial para la vida. Mucho más en el recomienzo de una nueva historia.

Entre las personas que llegaron a Jerusalén estaban Querub, Addán, Imer y algunos otros que alegaban ser judíos del linaje sacerdotal, esa afirmación no fue confirmada por los libros que el pueblo guardaba. El resultado casi fue la expulsión de esas personas. La solución era consultar al sacerdote. La desesperación de las personas sin identidad, era tangible. Probar que eran judíos, y del linaje sacerdotal, era esencial.

Miles de años pasaron desde aquel día y todavía hoy las personas viven tratando de probar quienes son. El auto, la casa, las ropas. El consumismo desenfrenado no es otra cosa sino la tentativa de probar lo que somos. Desde niños, aprendemos a tener, tener y tener para probar quienes somos.

Cada año que pasa las personas se adeudan comprando lo desnecesario, para probar que son importantes. Celulares de última generación, computadores, ropas caras, relojes, viajes y hasta cirugías solamente para decir: ¡Vean lo que soy!

La Biblia no dice si aquellos tres eran o no judíos, mas habla sobre ti. Dice que tú eres de linaje real, que eres especial, que eres la cosa más linda que Dios tiene en esta tierra. Tú eres su hijo, su hija y esto es lo que prueba tu valor. Fuiste comprado con la preciosa sangre de Jesús. Eso es lo que realmente cuenta.

Sal para cumplir los desafíos de hoy recordando que “Estos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer que no pudieron demostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel.”

Alejandro Bullon